10 feb El pincel, una de las herramientas más valiosas de un artista

Hace aproximadamente unos 25 000 años que el pincel se utiliza como herramienta para pintar. Y es que en la Edad de Piedra este utensilio hecho de fibras vegetales o de pelos de animales servía ya para pintar las paredes de las cuevas y representar imágenes en ellas. En las cuevas de Altamira, en España, se han encontrado ni más ni menos que pinturas con figuras humanas y animales pintados en las paredes. Más tarde, en el siglo IV a.C., los egipcios alfareros comenzaron a decorar sus piezas a través de esta herramienta, elaborada con pelos de buey.

No obstante, fue en China donde los pinceles consiguieron una estructura y calidad impecables, con la caña de bambú como base y los pelos de animales lograron mejorar el pincel como herramienta para pintar y crear. Además, en este país asiático se utilizó, por vez primera, los pelos de cerda.

En Europa, las primeras fabricaciones artesanales datan el siglo XVIII, en Francia y Alemania. Un hecho que cambió el arte con creces, ya que pintores importantes de la época pudieron elaborar maravillosas obras de arte a partir de pinceles de calidad. Aunque, tuvieron que ser los propios artistas, como Miguel Ángel o Goya, los que se convirtiesen en unos grandes especialistas en elaborar pinceles.

Esta herramienta ha ido evolucionando con el paso del tiempo, aunque su estructura ha ido cambiando muy poco. Las modificaciones que han ido experimentando han tenido relación con las necesidades de los humanos y con la técnica, diseño y cualidades de estos.

¿Qué tipos de pinceles existen?

Todos los pinceles se componen de las mismas partes: del mango, la férula y los pelos. Sin duda, la parte más importante son los pelos, ya que según la cualidad de estos, el material, la forma y su dureza se podrá pintar de una manera u otra. Actualmente, pueden ser pelos de animales o filamentos sintéticos.

Cada pincel aporta al pintor unas cualidades distintas, por tanto, el pincel se escogerá según los objetivos que este tenga. En este mundo se pueden diferenciar diversas herramientas distintas: el pincel de abanico, ideal para difuminar el carboncillo que utilizan muchos dibujantes. Por otro lado, tenemos el pincel que tiene la punta redonda, muy adecuado para poder pintar trazos muy minuciosos, detalles y dibujos muy finos. Aunque existe un pincel que une las características del de punta redonda con el plano, se llama pincel de lengua de gato y es perfecto para cualquier trazo o dibujo. También podemos encontrar el pincel abombado, idóneo para realizar una técnica, gracias a su arqueado borde.

La anchura del pincel es un aspecto muy importante también a tener en cuenta según el trazo que queremos realizar. Cuanto más ancho sea el pincel más grande será el trazo. Así pues, según nuestro objetivo, nos servirá más un pincel fino que uno más gordo. Por ejemplo, si queremos pintar una taza o un plato de un solo color, nos irá mejor un pincel grueso. No obstante, si queremos dibujar alguna figurita en la pieza de cerámica, recomendamos un pincel más fino.

¿Qué técnicas se pueden realizar con un pincel?

El salpicado, acuarela, pincel seco, lavado, el difuminado y fundido son las técnicas que se pueden realizar jugando con el pincel y sus poderosos pelos. Por ejemplo, la técnica del pincel seco juega con la superposición de colores, aclarando la superficie que se ha pintado previamente de un color más oscuro. De esta manera, se resaltan los detalles. Para poder realizar esta técnica es necesario escurrir bien la pintura y, una vez en el pincel, limpiarlo con un trapo o papel para conseguir que queden pocos restos de pintura en él.

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