Beneficios de la pintura

Aumenta la autoestima. La pintura se puede realizar tanto de forma individual como grupal. Vivimos en un mundo muy competitivo con elevada presión social. La pintura permite evadirse por un momento de este entorno e ir mejorando poco a poco, consiguiendo retos personales y no impuestos, que fomentan la autoestima.

Permite la expresión y comunicación. La comunicación empieza con la pintura ya que esta ayuda a comunicarnos con el entorno. Es especialmente importante en personas con dificultades de comunicación, desde niños pequeños hasta niños o adultos con autismos, discapacitaciones o otras necesidades especiales. La pintura nos ayuda a conectar con los demás de una forma fácil y cómoda sin necesidad de verbalizar. La verbalización de un sentimiento o una necesidad puede resultar muy difícil en ciertos casos y puede crear frustación e impotencia que pueden traducirse en transtornos de conducta. La pintura como terapia puede ayudar a mejorar estos transtornos.

Motricidad. Pintar nos permite trabajar la coordinación motriz, el uso de diferentes utensilios de diferentes tamaños y durezas (brochas, pinceles, esponjas, plantillas…) permite desarrollar la psicomotricidad fina y el control de la presión a la vez que nos divertimos. Está especialmente indicado en niños y personas mayores así como en cualquier persona de cualquier edad que requiera mejorar o mantener la motricidad.

Estimulación del cerebro. Pintar permite estimular y potenciar los dos hemisferios del cerebro ya que se utiliza tanto el hemisferio izquierdo relacionado con el lado racional y lógico y el hemisferio derecho implicado en creatividad y las emociones.

Concentración. Pintar nos permite evadirnos del entorno en el que estamos, mientras disfrutamos de un buen rato

Inteligencia emocional

Salud mental. La pintura nos permite evadirnos de nuestros problemas diarios y relajarnos. Nos genera sensación de felicidad, ahuyentando el estrés y los problemas por un momento.
La pintura es beneficiosa en los niños porque ayuda en el desarrollo de su individualidad, y de su autoestima, fomenta una personalidad creativa e inventiva, organiza sus ideas, serena y tranquiliza. Además estimula la comunicación, la sensibilidad, y aumenta la capacidad de concentración y expresión.
En enfermedades como el Alzheimer puede resultar de gran ayuda ya que requiere de la utilización de los dos hemisferios del cerebro.